Un libro de D. Miguel Ortuño Palao, con ilustraciones de Pilar Ibáñez y prólogo de José Luis Castillo-Puche, publicado por el Excmo. Ayuntamiento de Yecla, creo que siendo alcalde Francisco Guillén Castaño, si es la fecha de 1985 su primera edición.

Tenemos en las manos un libro que un gran maestro dedicó a los escolares de Yecla. En él y con un lenguaje fácil, fue relatando pinceladas de hechos en los que participaron yeclanos que vivieron en épocas anteriores a la nuestra, descripciones de lugares que se pueden visitar acompañados de las palabras del libro, para comprobar «in situ» la permanencia en el tiempo de los sitios históricos yeclanos, o personajes que, al leer sus nombres en las placas de las calles, despiertan la curiosidad por saber, o hechos que han transcendido el tiempo y se siguen celebrando como base de nuestras fiestas.

Se presta, pues, a servir de libro de los que, con nocturnidad, se utilizan para que nuestros hijos hagan crecer la imaginación y asimilen conocimientos noche tras noche, cuando sus padres les dedicamos un rato de lectura en el que surge la complicidad y la curiosidad por conocer de cerca los lugares o los hechos indicados en cada uno de los pequeños relatos que lo componen, y que, muy bien, puede ser la base para después llegar a otros libros más extensos y con más profusión de datos. Qué mejor complicidad que un sábado o un domingo acercarnos a ver La Iglesia Vieja o la PlazaMayor o La Casa de los Ortega,… para ponerle imagen a las palabras del libro, o buscar en otros medios escritos o audiovisuales, los nombres de las personas que sólo aparecen ligeramente y conocer su biografía, o lugares que hay que situar en un mapa de España, o visitar ciudades cercanas en las que han sucedido grandes hechos históricos que han tenido influencia en nuestra ciudad, o… todo lo que nosotros queramos sacar del libro porque el autor, seguro que al escribirlo, quiso que nuestros ojos nos permitieran ver más de lo que hay en sus noventa páginas.

Original es el prólogo en el que un José Luis Castillo-Puche, muy cercano a los críos, dedica sus palabras a regalarles un autógrafo a todos los escolares de Yecla y por tanto a todos los yeclanos, puesto que en algún tiempo todos hemos sido escolares.

Técnicamente es un libro que carece de índice, pero como sus páginas no son muchas, con un simple hojeo, se encuentra la página de la historia que a nuestros hijos les gusta que le repitamos una y otra vez. Después hay unos anexos en los que se dan datos de alcaldes, departidos, de evolución urbana, pero, para mí, el trabajo sobre los apellidos que hay en este libro, como un poco al descuido, es uno de los más complicados de realizar y, sin embargo está en un libro pequeño dedicado a los escolares.También hay que apreciar las ilustraciones que, como buen libro de noche, nos ayudan ahacer crecer el interés de nuestros hijos en lo que estamos leyendo.

Este libro, del que tengo un ejemplar de la segunda edición allá por el año 1988, es un pequeño tesoro que ha servido para fomentar la curiosidad de muchos pequeños yeclanos y como semilla de futuros amantes de la historia de Yecla, y ojala también, de la Historia.